En el Índice de Percepción de la Corrupción, Corea del Norte obtiene una puntuación de apenas 14 sobre 100, donde 0 es muy corrupto. Esto la sitúa entre los cinco países más corruptos, junto con Somalia, que obtiene una puntuación ligeramente inferior, 10.
Ante esta situación, los padres tienen que elegir entre sobornar a los profesores o interrumpir la educación de sus hijos. Es una cruda realidad que la educación tiene un coste que va más allá del mero aprendizaje.