Esta instantánea de Michael Huniewicz capta una escena habitual: trabajadores bajo la atenta supervisión de un soldado. Nos ofrece una visión de la realidad controlada de Corea del Norte; ni siquiera la vida cotidiana rutinaria puede escapar a la vigilancia constante.
Cada mañana, como un reloj, los norcoreanos se dirigen al trabajo. Esta imagen capta su estoico trayecto, una marcha uniforme en condiciones difíciles, revelando una rutina conmovedora y carente de emoción.