Realidades ocultas de Corea del Norte: Un asombroso viaje más allá de la propaganda

Dado que la mayor parte del presupuesto nacional se destina al ejército, queda poco para proyectos cívicos. Los ciudadanos comunes soportan la peor parte de este desequilibrio; su trabajo diario es un testimonio de las prioridades del Estado.

Para viajes largos, los coches son una rareza. El Estado dirige a la gente hacia los autobuses o los trenes, vigilando de cerca sus movimientos. Es un sistema que garantiza que todo el mundo viaje bajo la atenta mirada del régimen.