Sabía que, tarde o temprano, el garaje tendría que abrirse, y quería estar allí cuando ocurriera. Había pasado una semana desde la muerte de su tío y Mindy sintió que por fin había llegado el momento de hablar del garaje.
Antes había dudado en hablar del tema con sus padres porque le preocupaba que pudiera ser demasiado doloroso para ellos. Su madre había perdido un hermano, y Mindy sólo podía imaginar lo profundamente que eso debía haberla afectado.