Afortunadamente, en cuanto llamó al timbre, oyó ruidos procedentes del garaje. Curiosa, se acercó a la puerta del garaje y se agachó para abrirla. Justo cuando estaba a punto de levantarla, la sorprendió una voz que le gritaba desde atrás.
«¡Para! Aléjate», le gritó su tío mientras corría hacia ella. «¿Qué haces aquí, pequeña? ¿No deberías estar en el colegio?» Mindy estaba emocionada por ver a su tío, pero se sintió un poco desconcertada cuando se dio cuenta de que no le estaba permitido abrir la puerta del garaje.