Un chimpancé irrumpe en el hospital: una enfermera llora al ver lo que lleva en brazos

Al reflexionar sobre su viaje, Jessie supo que había tomado la decisión correcta al seguir al chimpancé hacia lo desconocido. La había llevado a un lugar de felicidad inesperada, un mundo donde el amor y la gratitud fluían libremente de sus nuevos amigos peludos. Y al mirarlos a los ojos, supo que no sólo había encontrado compañía, sino una conexión profunda que duraría toda la vida.