Un hombre despierta del coma. Advierte: «Todo el mundo debe evacuar Canadá en 2024»

La mandíbula de Liam se tensó. En el fondo, un instinto le decía que Oliver no estaba simplemente confundido. El vínculo que les unía, fortificado a lo largo de los años, le aseguraba que las palabras de Oliver tenían peso. Sin embargo, no podía deshacerse de la persistente sensación de que algo, en alguna parte, estaba mal.

Así que esperó. Liam permaneció firme, como un centinela junto a la cama de Oliver. Los días se convirtieron en noches mientras él mantenía su vigilia inquebrantable, esperando contra toda esperanza oír hablar a Oliver una vez más. Parecía como si Oliver hubiera gastado hasta el último gramo de su energía en aquel críptico mensaje, dejándolo agotado y en silencio. Pero después de lo que pareció una eternidad, la voz de Oliver, débil pero perceptible, atravesó el silencio.