Un hombre despierta del coma. Advierte: «Todo el mundo debe evacuar Canadá en 2024»

En un instante, la habitación se convirtió en un hervidero de movimiento. Los profesionales médicos se precipitaron en un caos sincronizado, las máquinas emitieron sus alertas y las enfermeras dieron órdenes claras y rápidas. Era una cacofonía de esperanza y urgencia. En medio de todo, Liam era una isla de quietud, con la mirada fija en Oliver, las lágrimas brillantes, esperando esa señal de vida.

De repente, como si respondiera a una plegaria silenciosa, los ojos de Oliver se abrieron suavemente. El tiempo pareció detenerse para Liam, con el corazón suspendido en una mezcla de alegría e incredulidad. Diez años y ahora, esos ojos familiares le devolvían la mirada. La oleada de emociones fue demasiado fuerte; Liam y sus padres se consumieron en un torrente de lágrimas. En pocos minutos, los médicos y las enfermeras confirmaron que Oliver estaba estable. Sugirieron amablemente que descansara un poco después del milagroso despertar.