La empleada de hogar no sabía que la estaban filmando: lo que captó la dueña fue impactante

Katherine, con su asombrosa habilidad para olfatear el más mínimo indicio de escándalo, se inclinó hacia ella y bajó la voz hasta convertirla en un susurro conspirativo. «Sabes, siempre he pensado que hay algo raro en tu ama de llaves, Jackie. ¿Te has dado cuenta de que parece estar demasiado cómoda en tu casa? Casi como si se creyera la dueña del lugar»

«No es asunto mío -continuó Katherine, con los ojos brillantes por la emoción de compartir información potencialmente jugosa-, pero Laura me ha dicho que es demasiado amiga de algunos de los maridos de por aquí. Probablemente no sea nada, sólo cotilleos tontos»