La empleada de hogar no sabía que la estaban filmando: lo que captó la dueña fue impactante

Sam frunció el ceño en señal de confusión. «¿A tus padres?», repitió, perplejo. «¿Por qué?». Heather comprendió su desconcierto; su sugerencia parecía salida de la nada. Sus padres vivían a horas de distancia y las visitas eran escasas, una vez cada dos meses. Además, el deterioro de su salud les haría difícil ocuparse de las tareas domésticas, cocinar y cuidar de Daniel y de su gata, Poppy, durante dos semanas. Lógicamente, no eran los mejores candidatos para semejante tarea.

Al ver la mirada perpleja de Sam, Heather dudó pero sabía que tenía que ofrecer una alternativa convincente. «Bueno, puede que les guste pasar más tiempo con Daniel, y hace tiempo que quieren visitarnos», dijo, eludiendo la cuestión de la fiabilidad de Jackie. En el fondo, esperaba encontrar una solución que la tranquilizara tanto como garantizar el bienestar de su hogar y su familia. «Tal vez podría ser una buena oportunidad para todos», añadió Heather, tratando de pintar el cuadro de una visita que podría ser beneficiosa tanto para sus padres como para su pequeña familia.