Un león pide ayuda a un fotógrafo – La increíble verdad al descubierto

La suave presión de su pata sobre su hombro hizo que la atención de Paul cambiara bruscamente de las cebras a la leona. Una sensación de escalofrío le recorrió la espalda, acompañada de la inesperada carga sobre su hombro. Contuvo la respiración y su cuerpo se tensó mientras giraba cautelosamente para enfrentarse al inesperado intruso. Sus ojos se abrieron de golpe al encontrarse con la mirada de la formidable leona, cuyo rostro estaba alarmantemente cerca del suyo.

En ese instante, Paul se dio cuenta de que algo iba terriblemente mal con la criatura que tenía delante. ¿Le estaba jugando una mala pasada su mente o realmente parecía estar angustiada? Fuera cual fuera la verdad, Paul sabía que no podía darle la espalda, aunque quisiera…