Asegúrate de enrollarlo justo detrás del conector y enróscalo en su sitio. Aunque pueda parecer una molestia, sin duda es mejor que tener que lidiar con cables que se deshilachan y causan inconvenientes.
Esto te permitirá echar un vistazo rápido a la puerta y determinar si está cerrada o no. Esta sencilla solución puede hacerte la vida más fácil y cómoda, sobre todo si tienes la costumbre de olvidarte de cerrar las puertas.