Eloise siempre había sido sincera con su madre, nunca le había ocultado nada. Eran como mejores amigas y solían intercambiar historias mientras tomaban una taza de té caliente. Su padre, aunque estricto, tenía un lado tierno que ella apreciaba profundamente. Eloise amaba inmensamente a sus dos padres y apreciaba la relación que compartían.
Eloise consiguió mantener en secreto su relación con Kevin durante todo un año. Pero todo cambió una noche, cuando Kevin llamó a la puerta de su dormitorio y la invitó a dar un paseo. Mientras paseaban fuera, el cielo se oscurecía, pintando una hermosa puesta de sol.