Cuando Eloise se cruzó por primera vez con Kevin, no se lo imaginaba como su futuro marido. Parecía más bien un flechazo de instituto, algo pasajero y no demasiado serio, sólo un pequeño secreto que guardaría para sí misma. Sin embargo, con el paso del tiempo, sus sentimientos por Kevin aumentaron considerablemente.
Llegó a admirar su actitud tranquila y su firme determinación. Eloise estaba segura de que Kevin era el tipo de persona que la apoyaría y animaría a alcanzar sus sueños. Su vínculo, que pasó de la amistad al romance, la llenó de alegría, pero también de un sentimiento de culpa.