Antes de abrir la puerta, Bianca lanzó una mirada de advertencia a Peter, recordándole en silencio que se comportara lo mejor posible. El asintio en senal de comprension, accediendo a mantener la paz, aunque por dentro seguia decidido a tener voz y voto en la eleccion del marido de su hija. Se preparó, esperando que aquel joven, Kevin, estuviera preparado para sus preguntas.
Cuando Eloise entró en el salón de la mano de Kevin, lo presentó a sus padres. «Mamá, papá, éste es Kevin», dijo, con la voz ligeramente temblorosa por los nervios. Peter, al oír la ansiedad en su voz, sintió una punzada de arrepentimiento por causarle tanto estrés. Dio un paso adelante y estrechó la mano de Kevin, evaluándolo. Kevin parecía bien cuidado y no daba la impresión de ser un alborotador, lo cual era un buen comienzo.