Un iceberg se acerca peligrosamente a un pueblo y los habitantes palidecen al ver su contenido

Con un plan en mente, se dirigió a la tienda local para comprar equipo de escalada en hielo, por si necesitaba escalar el iceberg. Su compra, sin embargo, no pasó desapercibida y atrajo las miradas curiosas del personal de la tienda. No era algo que la gente comprara todos los días, sobre todo en un pueblo donde la vida suele transcurrir a un ritmo más lento.

En cuanto Peter colocó el equipo de escalada en hielo sobre el mostrador, el dueño de la tienda enarcó las cejas con incredulidad. El iceberg gigante había sido objeto de muchos cotilleos, y aquí estaba Peter, preparándose aparentemente para enfrentarse a él. «No estarás pensando en serio en escalar esa bestia, ¿verdad?», preguntó con voz entre incrédula y preocupada. «¡Eso no es sólo una osadía, es una auténtica locura! ¿Tienes idea de lo peligrosa que es esa montaña flotante?»