La voz de James se suavizó al continuar. «Al verle así, me di cuenta de algo. Aferrarme a mi rabia no cambiaría el pasado. No me devolvería esos años perdidos. Pero el perdón… tal vez podría traernos la paz a los dos. Así que respiré hondo y le dije que le perdonaba. No fue fácil, pero vi el alivio en sus ojos y supe que era lo correcto»
Los ojos de Dalila se llenaron de lágrimas y no pudo contenerlas más. Lloró suavemente, sintiendo el peso de la historia y el inmenso dolor que ambos hermanos habían soportado. Extendió la mano y cogió la de James con fuerza, mientras hablaba con voz temblorosa. «Gracias, James, por compartir esto conmigo. Debe de haber sido muy difícil para los dos»