Un cachorro no deja de abrazar a su amigo antes de dormirlo: el motivo te dejará atónito

En la oficina del veterinario, en penumbra, los últimos momentos de Shiro y Luna fueron un conmovedor recordatorio de su profunda conexión. Shiro, frágil y débil, se inclinó hacia Luna, que respondió con suaves gemidos y suaves abrazos en una conmovedora despedida.

A Kiara le dolía el corazón cuando le susurró a Luna: «Lo siento mucho, Luna. Pero tienes que dejarlo ir» Con el corazón encogido, Kiara colocó suavemente a Luna en su transportín y salió, con una pena palpable.