Un perro no deja de abrazar a su amigo antes de dormirlo: la razón te dejará sin palabras

Entró rápidamente en la sala de exploración, donde la esperaban el Dr. Wilson y Duke. Pero algo iba mal. Duke, que había estado débil y apático durante meses, ahora se agitaba inquieto, ladraba y luchaba por saltar de la mesa.

A Susan se le retorció el corazón al ver a Duke, que había sido tan frágil, estallar de repente de energía desesperada. Sus intentos de escapar eran desgarradores, un duro recordatorio de que su lucha estaba llegando a su fin.