Un perro no deja de abrazar a su amigo antes de dormirlo: la razón te dejará sin palabras

Ruby se unió a la lucha y desequilibró al Dr. Wilson. Juntos lo tiraron al suelo y las herramientas se desparramaron. «¿Dónde está Margo?» Preguntó Susan con fiereza. Justo cuando el Dr. Wilson estaba a punto de responder, el ulular de las sirenas de la policía penetró en el aire.

Presa del pánico, el Dr. Wilson intentó huir, pero Susan y Ruby lo sujetaron y lo inmovilizaron. Ruby había llamado a la policía en cuanto entraron en la clínica, y su rapidez mental resultó inestimable.