Un perro no deja de abrazar a su amigo antes de dormirlo: la razón te dejará sin palabras

Algodón, gasas y un cuchillo de desollar: no era una lista de suministros veterinarios cualquiera. Una escalofriante sensación de terror se apoderó de ella. Los dedos de Susan volaron por el teclado en busca de explicaciones. Descubrió informes de animales que desaparecían misteriosamente de refugios y casas particulares, cada caso inquietantemente similar.

Empezó a surgir un patrón inquietante. Siguiendo investigando, Susan llegó a un artículo sobre el raro pelaje «regaliz salado», un patrón tan único que los coleccionistas pagaban una fortuna por él. Su corazón se hundió al darse cuenta de que Margo tenía exactamente ese abrigo.