Un perro no deja de abrazar a su amigo antes de dormirlo: la razón te dejará sin palabras

Acababa de perder a Duke y la idea de perder a Margo le resultaba insoportable. El peso de sus emociones era casi insoportable. ¿Cómo podía el Dr. Wilson, alguien en quien confiaba, hacer algo así?

Al ver la devastación de Susan, Ruby la agarró de la mano, intentando tranquilizarla. «Lo encontraremos, Susan. Encontraremos a Margo», prometió. Susan sólo pudo asentir, con la mente dándole vueltas a la confusión, incapaz de comprender por qué el veterinario desaparecería con su querido gato.