Un millonario deja vivir en su garaje a una familia sin techo. ¡Su corazón se hunde al día siguiente!

Cuando Peter llegó a casa, estaba agotado por la tensión mental. Al entrar en su casa, enseguida notó algo raro. Algunos objetos -un libro, un jarrón decorativo- parecían fuera de lugar. Se le aceleró el pulso mientras miraba a su alrededor, tratando de encontrarle sentido.

Peter fue directamente al garaje para enfrentarse a Natalie. «¿Ha entrado alguien aquí mientras yo no estaba?», preguntó, con un tono más agudo de lo que pretendía. Natalie levantó la vista, sobresaltada. «No», respondió rápidamente, y luego hizo una pausa. «Puede que los niños se hayan paseado cuando yo estaba en la ducha. Me aseguraré de que no vuelva a ocurrir»