Era plenamente consciente de que tenía un largo viaje por delante y muy poco tiempo para reconstruir lo que estaba ocurriendo. Cuando Jacob se puso en marcha, la carretera se extendía ante él, una cinta de oscuridad que serpenteaba a través de la noche.
El viaje parecía interminable, y cada curva y recodo de la carretera le recordaba el misterio que tenía que desentrañar y el peligro potencial al que se enfrentaba Lena.