Un hombre desesperado se pierde durante una ventisca y nota que unos ojos le observan

La mente de Daniel daba vueltas. ¿Lo reconocía Sombra? ¿O era una ilusión? La última vez que se habían visto, Sombra había sido pequeño, vulnerable y dependiente de él. Ahora, el lobo que tenía delante era un líder, poderoso y controlado. Una criatura salvaje.

Los ojos dorados que lo observaban no eran los mismos que había dejado atrás. Daniel lo había criado durante un tiempo, pero eso no significaba que Sombra lo recordara. Y si lo hacía, ¿era algo bueno? ¿Vería a Daniel como un amigo? ¿O como una amenaza que le había robado a su verdadera familia?