La mordaz respuesta de Kate sobre el comentario como una referencia inapropiada a sus hormonas, junto con el énfasis del príncipe Guillermo en la corrección británica, pone de relieve la intensa sensibilidad y la intrincada dinámica entre la realeza. Este episodio ofrece una visión de las a veces tensas y complicadas interacciones entre los miembros de la familia.
La decisión de no tener a Harry como padrino de William parece haber sido impulsada por las preocupaciones sobre los discursos de Harry posiblemente impredecibles. Harry notó que William actuaba de forma extraña el día de su boda (la de Harry), lo que podría indicar el arrepentimiento de William por no cumplir con los deberes tradicionales de padrino, añadiendo complejidad a la relación de los hermanos.