Más adelante en el documental, Meghan describe una conmovedora escena a su salida del Reino Unido, en la que, abrumada por las emociones, lloró abrazada a un miembro del equipo de seguridad. Ella le confió sus exhaustivos intentos de pertenecer, a lo que él respondió compasivamente, reconociendo y afirmando sus esfuerzos.
Guillermo también recomendó no celebrar la boda en lugares tan simbólicos como la catedral de San Pablo o la abadía de Westminster, ya que en la primera se casaron la princesa Diana y Carlos. Este tipo de consejos de un hermano no son infrecuentes, ya que pretenden que se reflexione detenidamente antes de tomar decisiones importantes en la vida.