Un niño hace señales extrañas con las manos durante el vuelo. Cuando la azafata se da cuenta, ordena aterrizar el avión

Expresando su gratitud, la tía asintió amablemente hacia Carole. «Gracias por cuidar de él», dijo sinceramente. «Aunque no fuera lo que pensabas, me alegro de que todavía haya gente que actúa cuando cree ver peligro»

Al ver a la mujer y al chico salir del avión, Carole no pudo evitar una sensación de alivio mezclada con un persistente pesar. A pesar de la resolución, sabía que tenía que aprender de su error y esforzarse por hacerlo mejor en el futuro.