En medio de la conmoción, la voz de la mujer se elevó en señal de protesta, mezclando confusión y desafío. «¡Está conmigo! Ha habido un error», insistió, y sus palabras resonaron en las paredes del camarote. Carole y su tripulación intercambiaron miradas inseguras, su resolución anterior ahora teñida de duda. ¿Era ésta la forma correcta de actuar? Se preguntó Carole, con la mirada fija en la escena que se desarrollaba con una mezcla de preocupación y determinación.
Sin inmutarse por la intensidad del momento, la mujer sacó rápidamente su identificación del bolso, moviendo los dedos con precisión. Con determinación, entregó los documentos a uno de los agentes, con voz firme a pesar de la urgencia subyacente. «No sé qué está pasando», empezó a decir, con un deje de aprensión en sus palabras. «Pero si se trata de lo que ha pasado antes, puedo explicarlo»