A una anciana de 89 años le niegan un asiento en clase preferente: ¡su identidad revela un giro sorprendente!

La pobre mujer, confundida, ni siquiera tuvo la oportunidad de decir una palabra durante toda la conmoción y simplemente se quedó callada por miedo. Otros pasajeros, sin quererlo necesariamente, tomaron partido. Algunos sentían lástima por la señora Wilson, mientras que a otros no les gustaba nada la idea de que se quedara en clase preferente.

Uno de los pasajeros que defendió a la Sra. Wilson puede resultar sorprendente. Era el joven que había intentado quitarle el asiento. Se sintió mal por sus acciones, así que cuando oyó la discusión a sus espaldas, corrió inmediatamente a ayudar a la Sra. Wilson.