«En los últimos diez años, ni una sola persona de la iglesia me ha llamado, visitado o escrito para hacerme saber que pensaba en mí. Durante años y años, me esforcé mucho por ti cuando me necesitabas»
«Pero todos hicisteis como si yo no existiera cuando os necesité a vosotros y a vuestra iglesia. Me sentí muy decepcionado cuando nadie me hizo una visita»
Sin embargo, por fin he descubierto la causa: nuestro pastor nunca compartió mis enseñanzas con todos vosotros ni informó a nuestra iglesia de lo que me había ocurrido»