Tras explicarle la situación, un encargado se mostró dispuesto a ayudarla. Utilizaron el jeep todoterreno del gerente para atravesar la selva. La veterinaria vivió un viaje infernal, ya que atravesar la selva amazónica nunca es fácil.
El viaje duró unas 3 horas en total. Un viaje durante el cual el veterinario se planteó más de una vez si la vida de esta serpiente merecía la pena malgastar un día entero, más otro potencialmente extra. Otros animales necesitados también podrían haber necesitado su ayuda..