Un hombre encuentra a un perro a punto de congelarse, ¡pero lo que escondía bajo su vientre es increíble!

Jeremy dejó al perro cerca de la chimenea y lo envolvió en una manta gruesa. El calor del fuego llenó la habitación, pero pareció hacer poco por el perro, cuya respiración seguía siendo agitada y superficial.

Jeremy observó impotente cómo el estado del perro seguía empeorando; sus ojos, antes alertas, apenas se abrían y parpadeaban con los más mínimos signos de vida. El miedo a perder al perro se apoderó de él, la idea de que muriera después de proteger valientemente a los mochuelos era insoportable.