Un hombre encuentra a un perro a punto de congelarse, ¡pero lo que escondía bajo su vientre es increíble!

A medida que se acercaba, Jeremy notó que la postura del perro era menos agresiva y más defensiva. El gruñido de antes parecía haber cambiado a un quejido bajo, un sonido que insinuaba algo más que hostilidad.

No trataba de amenazarle, sino de proteger algo. La curiosidad le aceleró el pulso. ¿Qué podría estar ocultando? Jeremy respiró hondo y se acercó, hablando en voz baja para calmar al perro. «Tranquilo… No he venido a hacerte daño», murmuró, con voz suave pero firme.