Un hombre se encuentra con un animal congelado en medio de una tormenta de nieve: lea lo que ocurre a continuación

Allan se frotó las manos, intentando generar calor, cualquier cosa que ayudara. La oscuridad que les rodeaba hacía que la clínica pareciera inquietantemente silenciosa, casi abandonada. El viento del exterior aullaba con más fuerza, sacudiendo el edificio como un ser vivo. Entonces, las luces parpadearon.

Allan respiró entrecortadamente. El Dr. Edwards levantó la vista, con un destello de esperanza en los ojos. Un segundo después, la clínica volvió a tener electricidad. El generador debía de haberse conectado a la red principal. Las luces del techo brillaron débilmente y el zumbido de los equipos médicos volvió como un latido a la silenciosa sala.