En la fotografía tomada en 1998, las hermanas Brown irradian alegría y satisfacción, y sus expresiones reflejan una sensación de armonía y serenidad. El viento les despeina suavemente el pelo, añadiendo un toque de fantasía al momento. Es evidente que están disfrutando de la compañía de la otra en este bonito, aunque ventoso, día.
El cielo abierto y las suaves nubes detrás de ellos añaden una sensación de libertad y apertura, como si se hubieran detenido para una foto rápida durante una aventura al aire libre. Hay algo de natural en la forma en que permanecen juntos, como si lo hubieran hecho cien veces y lo hicieran cien más. Es una instantánea de solidaridad y elegancia sencilla, con la naturaleza como telón de fondo perfecto.