Las hermanas Brown y Nixon podrían haber elegido deliberadamente recrear esta foto en particular, estableciendo un sorprendente paralelismo con un primer plano similar tomado en 1986. El lugar o escenario compartido sirve como un recordatorio conmovedor de las conexiones duraderas que comparten como hermanas, que se extienden a través de años de recuerdos y experiencias.
Los atrevidos estampados y las texturas de las telas que visten aportan un toque de personalidad sin competir por la atención. No hay telones de fondo extravagantes, sólo sus rostros en primer plano. Es crudo, realista y casi desafiante, como si estuvieran juntos para enfrentarse a lo que venga.