El alce se acerca a una mujer y ella decide seguirle

Avery, una bibliotecaria de 30 años, estaba en la parada del autobús, ansiosa por volver a casa. El día había sido agotador y, con la proximidad del fin de semana, la idea de relajarse con una copa de vino la mantenía en pie.

Mientras esperaba, la reconfortante imagen de relajarse y pasar una noche acogedora en casa llenaba su mente. Avery no sabía que su día estaba lejos de terminar. No tenía ni idea de que una aventura inesperada estaba a punto de poner su mundo patas arriba.