Un gato montés salvaje se acerca a una mujer y ella decide seguirle

No pensó, sólo corrió. Le ardían las piernas y los pulmones, pero siguió adelante. Los árboles pasaban borrosos, el mundo se reducía a un único objetivo: escapar.

Entonces, la luz. Una abertura entre los árboles. El sendero Atravesó lo que quedaba de maleza justo cuando una figura apareció.