Un gato montés salvaje se acerca a una mujer y ella decide seguirle

Luego, un grito. «¡He visto algo! He visto algo». La adrenalina se disparó. Claire salió corriendo.

Las ramas le desgarraban los brazos mientras corría entre los árboles. Las voces detrás de ella gritaban, los pies golpeaban el suelo del bosque. La perseguían.