Un gato montés salvaje se acerca a una mujer y ella decide seguirle

Entonces, un sonido. Voces lejanas, bajas pero agudas. Claire se congeló, con el pulso martilleándole en los oídos.

Se agachó y se escondió detrás del grueso tronco de un árbol. Las voces se hicieron más fuertes, los pasos crujían entre la maleza. Se acercaban.