Una mujer sigue a un oso hasta el bosque después de que se le acercara inesperadamente en la parada del autobús

Una sensación de temor se apoderó de Samantha mientras seguía leyendo; la fascinación del viajero se había transformado en un siniestro complot. Declaraciones de destino acompañadas de bocetos de jaulas y meticulosos planes para el cebo revelaban una determinación, aunque equivocada, de poseer al cachorro a cualquier precio.

Samantha sintió un escalofrío al darse cuenta de hasta dónde estaba dispuesto a llegar el viajero para conseguir su sueño. Las líneas éticas borrosas o directamente ignoradas en su persecución ponían de manifiesto una inquietante indiferencia por el bienestar de las criaturas que decía admirar.