Podía sentir cómo la casa se movía sutilmente bajo el peso del agua. Las paredes habían empezado a mostrar grietas y la lluvia constante se había colado por todos los rincones. Sabía que la casa no aguantaría mucho.
Con el agotamiento presionándole y la desesperación apoderándose de él, Aditya tuvo una idea imprudente. Estaba agotado, le quedaba poca comida y agua, y lo último que necesitaba era una serpiente gigante en su casa.