En un intento desesperado por comunicarse con el mundo exterior, Aditya intentó cargar su teléfono utilizando una dinamo improvisada del ventilador de techo. Invirtió el motor, haciendo girar manualmente las aspas para generar una pequeña cantidad de energía. Funcionó -a duras penas- y consiguió enviar un mensaje rápido a su madre para comunicarle que estaba a salvo.
A medida que subía el nivel del agua, Aditya tuvo la curiosa idea de intentar pescar desde el balcón de su casa de dos plantas. Con el río entrando en su vecindario, pensó que podría haber peces en las aguas. Con restos de harina como cebo, lanzó un sedal al agua turbia, compartiendo un raro momento de humor con su abuelo en medio de la terrible situación.