El resto del vuelo fue un torbellino para Lena. No veía la hora de bajarse del avión porque había una última persona a la que debía visitar para obtener respuestas a este misterioso asunto.
Al llegar a casa, Lena cogió rápidamente sus pertenencias y corrió hacia su coche. Introdujo la dirección en el navegador y condujo directamente al lugar que quería visitar. No había tiempo que perder, necesitaba respuestas.