Lena había perdido a su marido, Gabriel, de un ataque al corazón hacía casi seis meses. Él había sido el amor de su vida desde el instituto, y siempre habían sido los primeros el uno para el otro. Gabriel fue el primero en romperle el corazón, pero también el primero en volver a levantarlo.
Después de un tiempo, decidieron llevar su relación a otro nivel y prometieron estar el uno con el otro para siempre. «Algún día me casaré contigo, Lena Marie Clarkson», le había dicho acariciándole cariñosamente un mechón de pelo detrás de la oreja en el baile del instituto.