Unos pescadores se acercan a un iceberg para salvar a un animal varado, pero lo que descubren es mucho más aterrador

A cada minuto que pasaba, la esperanza de Tanner empezaba a desvanecerse. El barco había desaparecido, no había rastro de él ni de sus amigos. Al darse cuenta de ello, Tanner ralentizó sus pasos hasta que finalmente se detuvo y contempló el páramo helado.

Estaba solo, realmente solo, en uno de los lugares más inhóspitos de la Tierra. Pero justo cuando la desesperación amenazaba con apoderarse de él, Tanner notó algo: una forma tenue y antinatural contra la blancura. Entrecerrando los ojos, pudo distinguir una estructura cuadrada en la distancia.