La pérdida le había pasado factura, convirtiéndola de una joven alegre en una versión frágil y envejecida de sí misma, privada de cuidados y amor. En ese momento, tomó la decisión de volver a su trabajo y empezar de nuevo. Sin embargo, nunca había esperado que exactamente un año después de despedirse de su padre de forma tan trágica, lo vería en el avión.
¿Todos esos meses de búsqueda incesante y él sentado tranquilamente, mirando por la ventanilla, sin reconocer lo mucho que ella había sufrido tratando de encontrarlo? No se lo podía creer. «Hola, ¿no me oyes?» Cassandra agarró a Natalie por los hombros y la sacudió, intentando traerla de vuelta al presente e interrumpir sus pensamientos.