En una fracción de segundo, sus hijas se lanzaron hacia delante, protegiendo los huevos de una destrucción segura. El padre no podía creer lo que estaba viendo, una oleada de conmoción e incredulidad le invadió al ver a sus hijas de pie, desafiantes, frente a los huevos.
El tenso enfrentamiento continuó durante unos momentos hasta que Jack finalmente cedió. No se atrevía a dañar los misteriosos huevos que guardaban un secreto desconocido. En su lugar, sugirió algo que sorprendió completamente a sus hijas, algo que cambiaría sus vidas para siempre.