Por un momento, Jack se quedó sin palabras. ¿Cómo habían aparecido estos huevos de la nada? ¿Y qué eran esos extraños ruidos que emanaban de su interior? Estaba lleno de incredulidad y conmoción, y no pudo evitar cuestionar su propio juicio. ¿Se le había escapado algo en su rutina diaria? ¿Había estado demasiado absorto en su trabajo como para darse cuenta de los extraños sucesos de su granja?
A medida que Jack se acercaba a los huevos, le invadía una sensación de asombro y temor, y su mente se agitaba con las posibilidades de lo que podría haber dentro. No eran huevos ordinarios, de eso estaba seguro. El mero carácter sobrenatural de la situación le hizo sentir escalofríos, mientras se enfrentaba a la realidad de lo que tenía ante sí. Se trataba de algo extraordinario, algo que nunca había visto antes, y no pudo evitar una sensación de inquietud ante lo desconocido.